Inevitablemente China arrastra al planeta entero

Si en febrero constatamos que el precio del cerdo subía por los factores ya comentados (efecto psicológico del nuevo megamatadero, algunos problemas sanitarios, avidez del matadero por sacrificar,….) en marzo nos hemos encontrado con el despertar de las ganas de comprar de China.

Apuntamos hace pocos meses que la existencia de la peste porcina africana (PPA) en China podría producir un efecto doping en las exportaciones hacia el gigante asiático. En efecto, ante la confusión imperante allí y la solidez sanitaria que merece y ofrece el porcino extranjero (UE y Norteamérica en esencia) los operadores y los consumidores se han volcado en el porcino foráneo.

La actual actividad compradora de China es sorprendente por lo voluminosa. Además, se opera a precios atractivos.

Alemania ha concretado 17 céntimos de subida en canal en los dos últimos mercados de marzo. El mercado director de España (Mercolleida) ha acumulado en cuatro sesiones un aumento de 14,10 céntimos en vivo. Un promedio superior a 3 céntimos por sesión. Y todo parece indicar que estamos lejos del techo.

El flujo de carne hacia China ha sido, y es, tan importante que se ha producido un efecto de vaciado de nuestros mercados tradicionales. Como consecuencia, los precios del despiece porcino en el seno de la UE suben y suben sin parar… y esto es lo que permite al matadero continuar esta carrera alcista cuyo fin desconocemos.

La subida de la carne está siendo tan intensa e importante que la industria de transformación deberá hacer un sobreesfuerzo y trasladar tan pronto como pueda las subidas al producto final. La gran dificultad la presentarán las grandes superficies, siempre reacias a movimientos bruscos de precios. No obstante, el salto alcista es tan grande (brutal si se nos permite usar esta palabra) que no existe alternativa: para la industria de transformación en estos momentos el único lema plausible es “O SUBIR O MORIR”.

Pensamos que los grandes males sólo se pueden combatir con grandes remedios. Creemos que la supervivencia de muchas empresas de transformación de carne de cerdo en España dependerá de su capacidad para transmitir los aumentos requeridos a sus productos finales. Sí, lo han leído bien: hemos usado el sustantivo supervivencia.

El presente de la producción queda descrito (fastuoso por demás…). Respecto al futuro no resulta difícil adivinar que en mayo y junio el precio será bastante superior al actual y que en otoño se producirá el habitual aterrizaje -probablemente más brusco que otras veces al venir de muy arriba.

Como hemos anunciado en anteriores comentarios, el ejercicio 2019 marcará un hito extraordinario en los balances de los productores porcinos… y suma y sigue por ahora sin miedo alguno.

Confucio, un pozo de sabiduría chino, dejó dicho: “Quien pretenda una alegría y felicidad constantes deberá habituarse a frecuentes cambios”

Guillem Burset
Vía https://www.3tres3.com