Curiosidades del cerdo ibérico

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Curiosidades del cerdo ibérico

 

El cerdo ibérico constituye uno de los pilares básicos de nuestra gastronomía desde tiempos inmemoriables. En los últimos años la carne de cerdo ibérico ha ido incrementando su popularidad entre los comensales gourmets amantes de la gastronomía hispánica mediante la innovación en los cortes y recetario de este producto que admite múltiples formas de preparación.

 

Hoy vamos a extender la información más allá de los datos técnicos para conocer algunas curiosidades sobre el cerdo ibérico para saber todavía más sobre este delicioso manjar.

El cerdo ibérico no tiene glándulas sudoríparas

El cerdo ibérico no tiene glándulas sudoríparas y ese es básicamente el motivo por el que habitualmente podemos encontrarlos revolcándose en charcos de agua y fango. Pues lo hacen para refrescarse y hacer bajar su temperatura cuando tienen mucho calor.

Cuestión de ADN ; cerdo ibérico vs cerdo blanco

 

Las diferencias entre el cerdo ibérico y el cerdo blanco ya son perceptibles a simple vista. Pues el color de estas dos especies de cerdo es distinta, mientras que el cerdo blanco presenta un color rosado, el cerdo ibérico tiene un color oscuro característico y pueden ser lampiños o con pelos.

 

Más allá de su apariencia física, el ADN juega un papel fundamental para distinguir la carne de cerdo ibérico de la del cerdo blanco. Pues la genética del cerdo ibérico es la que permite su configuración y distribución lipídica, constituyendo el equilibrio perfecto entre músculo e infiltración grasa que le aporta su textura y jugosidad característicos.

Aprovechamiento del cerdo ibérico

 

El cerdo ibérico es uno de los pocos animales que se aprovechan íntegramente en la gastronomía. De cada parte de su cuerpo se extrae un corte magro de categoría gourmet con denominación de origen del que se pueden extraer una amplia variedad de platos y tapas variadas para satisfacer los paladares más exigentes. Además del archiconocido mundialmente jamón ibérico o de pata negra.

 

Alimentación del cerdo ibérico

 

¿Sabías que un cerdo ibérico puede consumir en torno a unos 50 litros de agua al día? Este es el promedio de agua que cada ejemplar necesita hasta alcanzar las 14 o 15 arrobas durante la temporada de Dehesa o proceso de engorde.

 

Si alguna vez escuchaste la expresión “comer como un cerdo”, esto se debe a que el cerdo, concretamente el ibérico exige una consistente ración de alimento para conseguir engordar un kilo al día durante la temporada de dehesa. Esto se traduce por unos 8 kg de bellotas diarios y unos 3 kg aproximado de diferentes hierbas que contienen los nutrientes necesarios para su alimentación.

Carne de cerdo ibérico cardiosaludable

 

Pese a que algunos cortes pueden ser más elevados que otros en porcentaje graso, la carne de cerdo está catalogada como cardiosaludable al contener muy poco colesterol y un elevado número de grasas poliinsaturadas que contribuyen a mejorar el perfil lipídico en el cuerpo humano y regular los valores de colesterol HDL o colesterol de alta intensidad catalogado como bueno y el LDL o colesterol de baja intensidad conocido comúnmente como “colesterol malo”.

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